jueves, 26 de marzo de 2009

25 de Marzo - Quizás

Es curioso, cómo un día tan aciago puede contener tanta ilusoria felicidad. Quizás son estas horas las que nos muestran la acertada filosofía que hemos de asumir. Días en que la cabeza, los libros y la abstracción quedan aparcadas, olvidadas, y lo primario manda. Días, en que ni la manifestación de tus mayores defectos, el cumplimiento de tus más cruentos temores, no importan. Miento; sí importan, son el objeto de tu felicidad. Pues ante un panorama desolador, la autocrítica es el más eficaz bálsamo. Y esto no se enseña; se aprehende. Pobre ignorante, perdedor, o mejor aún; afortunado. ¡Vuelta a la tortilla del fracaso!

Aprende a exprimirte, piérdete, vive. Y luego, hijo pródigo, valora.

Quizás, estaba algo equivocado. Quizás esté aprendiendo a reirme. A vivir.

No hay quizás que valga.

martes, 24 de marzo de 2009

Otro fenómeno natural

El huracán se había levantado. Las feroces hojas atizaban cuanto encontraban a su paso. Y eso, siendo tan frágiles, y tan efímeras. Pero herían, y bien que lo hacían. El huracán avanzaba, y parecía ganar fuerza en cruciales momentos. Y en uno de esos instantes, en un rápido desliz de realidad, el huracán ya no estaba. No estaba, donde quizás nunca hubiese habido nada. Pues ese huracán, esa suerte de hojas hirientes, podía no haber sido, como todo lo que en este sesudo lugar acontecía, más que un resquicio de fantasía, un sueño. La vida del huracán, si es que alguna vez la tuvo, se había debilitado. Ya, no quedaba nada.


Y sin embargo, las hojas volvían a alborotarse, y a herir con ferocidad…


Quisiera no tener que llamarte huracán.

martes, 17 de marzo de 2009

A veces

Diesel.
Diesel de autobuses que transportan
a un pasado no olvidado.

Diesel.
Diesel de canciones que trastocan
acordes desafinados.

Diesel.
Diesel que alimenta y adormece.
Diesel sonriente, diesel fulgente.

Vuelves
a veces. Y aunque la voz se quiebra
aún queda el eco. Resuena en diesel.

jueves, 12 de marzo de 2009

Poesía básica

Tú, la que me buscas;
Yo, el que te esquivo.
Tú, mis cinco letras;
Yo, nueve peligros.
Yo, pluma olvidada;
Tú, en mi hexasílabo.

martes, 10 de marzo de 2009

3, 5, 6, 7, y un complejo de cerrajero

Rehuyendo está el silencio
en palabras vespertinas
clamores del ocaso.

Durmiéndome, el tiempo.
Tres palabras marchitas
me hablan, vuelan raso.

La luz rie complaciente
tu lucha por callar.
Los minutos dolientes,
tres retazos de paz.






En cambio, YA pereces
y caes en la espiral.
El ánima, torrente
que muda cual rapaz
agita un cuerpo inerte
y lo mueve a claudicar.







Los vasos, sin cortejo
recuerdan compartidas
mejillas; condenados.

Las teclas sin derecho
plasman entre rendijas
colores renovados.

Trastorno no doliente
si me oigo al respirar.
Esta creación sedente
ha vuelto a caminar.







Y resucita.
¿Memento?
Verdad.